sábado, 19 de abril de 2014

"¡Ay, mi Florida...! Cántenla...

...quienes puedan o sepan, con sus jardines coloridos, con sus arriates deslumbrantes de vario matiz; con sus efectos de visualidad maravillosa; con el correr de las aguas deslizándose quedas o saltando con estrépito por entre la loba de la cascada donde se enredan, brotando gayos, rosas y lirios; con sus pinos enhiestos; con sus castaños seculares..."

Con estas frases de palabras algo ampulosas y con ese lenguaje decimonónico tan de la época es cómo Herminio Madinabeitia le dedicaba a la Florida un artículo en un diario de la ciudad en 1926. Por aquella época la Florida ya estaba florida, adornada,ataviada de primavera con la profusa floración de estos árboles: los castaños de Indias. Fueron traídos algunos desde el paseo del cuarto de hora; otros fueron trasladados desde la calle adyacente del Canciller Ayala, otro personaje alavés, cuando crecieron demasiado y las quejas de los vecinos obligaron a su traslado.

Son los castaños de Indias representantes de un género que engloba varias especies distribuidas por América del Norte, Asia y Europa. El castaño de Indias es originario de los Balcanes,Grecia y se extiende incluso hasta el Himalaya. Nada tiene que ver con el Castaño europeo, que pertenece a otro género diferente que engloba a las fagáceas (robles,hayas y castaños)

Es un árbol muy ornamental desde un punto de vista paisajístico. Si crece aislado y con suelos profundos y bien drenados aunque no excesivamente húmedos, alcanza un porte y una belleza grandes. Le gusta la luz, los entornos soleados, aunque en los primeros estadios prefiere la sombra para prosperar, algo que hace con rapidez los primeros años de crecimiento. Luego, con la edad, su crecimiento se ralentiza bastante.

Los racimos son terminales (A. hippocastanum)
Es muy típico de este árbol el tamaño de sus yemas, marrones y brillantes por la resina que las recubre, engordando a medida que avanza el invierno. Las hojas son compuestas y constan de entre 3-7 folíolos. Al brotar llevan adherido a sus hojas una lanita herrumbrosa o rojiza muy característica. Los pecíolos son largos y se disponen opuestos a lo largo de las ramillas.
Las flores algo olorosas se agrupan en racimos o tirsos, según el término empleado por el botánico Ruiz de la Torre en su obra "Flora mayor". Los pétalos son blancos, papiráceos, con manchas amarillas o rosáceas para llamar la atención de los insectos. Los estambres son muy vistosos como pestañas muy maquilladas.

Flores pertenecientes al híbrido Aesculus x carnea
Los frutos son cápsulas espinosas en cuyo interior se almacenan uno o dos semillas,las "pilongas" recubiertas por una piel brillante,lustrosa, correosa, con un ligero veteado y con una mancha circular cerosa de color blanco que desaparece al frotarla.

Curiosamente es una especie muy poco atacada por los insectos según coinciden en afirmar varios autores. Sin embargo es muy frecuente en estos árboles el marchitamiento prematuro apreciable en los márgenes de las hojas ("socarrado") durante los veranos demasiado secos y calurosos, cayendo sus hojas al suelo finalizando el verano, algo que podemos comprobar en los ejemplares más expuestos del parque de la Florida.



Comparativa de las hojas.A la izquierda el Aesculus hippocastanum y a la derecha A. x carnea

Vellosidad herrumbrosa en las hojas muy característica al comienzo de la foliación

Los castaños procuran una sombra densa y abundante
Las castañas pilongas servían para sanar el asma de los caballos otomanos

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