Atrás quedaron los morales que asomarían por encima de los tapiales conventuales o los tilos de los manicomios por su presunta acción sedante sobre los residentes, o los magnolios de los jardines de los indianos. También en la sociedad decimonónica del XIX este paroxismo en la plantación de especies de otras latitudes también se debiera a una presuntuosa intencionalidad diferenciadora por parte de las clases altas.
Eran especies de plantas importadas muchas de ellas desde Holanda e Inglaterra. El afán comercializador de los holandeses y la posesión de sus colonias repartidas por el Pacífico alentaron la importación de plantas desde aquellas latitudes hasta la vieja Europa.También, durante el siglo de la Ilustración, la Sociedad Bascongada fue partícipe en más de una ocasión de la traída de plantas desde la isla de Cuba para su posterior plantación en algunos lugares de la península. Causarían pues, sorpresa y admiración, también en Vitoria. Nada ha cambiado, o apenas.
La adustez de las coníferas ofrecen el contrapunto |
Pero al otro lado de los muros se desarrollaría otro régimen de vida en torno a unas normas específicas,rígidas, tal y como fuera la sociedad apenas cuarenta años atrás. Yo imagino, cuando paseo por los antiguos jardines del antiguo hospicio de Nuestra Señora de Las Nieves, ese mundo sórdido, silencioso, inmutable por el paso de las décadas, al margen del mundo y de la ciudad soñolienta. Los árboles, muchos de ellos frutales, marcarían cada estación, único vínculo con la vida —la Naturaleza— para los alienados, enfermos y locos de entonces y quizás, con la esperanza de lo venidero y de lo redentor futurible. La profusa floración de los frutales atestiguaría la llamada cálida de la primavera, todavía fría en Vitoria, y la lógica secuenciadora de las estaciones, primavera, vera, otoño, invierno,en mitad de la incomprensibilidad de los otros,de los de este lado del muro.
"La caridad" es una vidriera instalada a modo de lucernario en el vestíbulo del actual aulario de Las Nieves construida en los talleres bordeleses de G.P Dagrant |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este espacio en blanco es para que opines y des tu punto de vista. Hazlo con moderación aunque a tu gusto y manera.